La sedación en odontología es una práctica cada vez más demandada en este sector por un principal motivo: el miedo del paciente.
El miedo al dentista, llamado odontofobia, puede ser un problema para el paciente ya que éste no logra vencerlo con la anestesia local habitualmente suministrada. Acudir a la consulta del dentista genera en esta persona miedo, ansiedad e incluso pánico.
El equipo de SedNa, Sedación Consciente en Navarra, acude a las clínicas dentales para atender a estos pacientes odontofóbicos y ofrecerles una solución eficaz a ese miedo que les paraliza.
Más allá de la sedación consciente o de cualquier otro tipo de acto anestésico que requiera cada caso, el primer trabajo de los médicos anestesistas de SedNa es hablar con el paciente. Así podemos conocer sus antecedentes médicos y explicarle en qué consiste la sedación consciente, con la cual podrá ser intervenido sin ningún tipo de dolor, ansiedad o miedo.
Nuestra experiencia nos ha llevado a escuchar comentarios de pacientes como: “A lo largo de mi vida he pasado por tres dentistas diferentes. Todos ellos siempre me han tratado muy bien, pero yo le tengo mucho miedo al dentista y eso hizo que aplazara las citas o directamente no apareciera el día de un tratamiento concreto”.
Experiencias negativas que logramos convertir en positivas gracias a la sedación ofrecida en clínicas dentales y, a veces, simplemente con explicar lo que se va a realizar: “Necesitaba escuchar de la boca de mi anestesista cómo se iba a desarrollar la intervención y, sobre todo, saber que no iba a enterarme de nada”.
Otro beneficio de la sedación consciente en odontología es mejorar el postoperatorio. Algún paciente nos ha llegado a comentar que “la evolución [tras la intervención] fue muy buena. Pensaba que iba a ser un proceso de recuperación doloroso pero lo cierto es que estuve francamente bien. Me advirtieron desde la clínica que, con la medicación administrada durante la sedación, la inflamación y el dolor en los días sucesivos era mucho menor, y así fue”.
Otra paciente nos explicaba: “También me sentí muy arropado pues, además de las indicaciones del cirujano, el anestesista contactó conmigo al día siguiente de la intervención para conocer cómo iba evolucionando y preguntar si necesitaba algo”.
Nuestro trabajo no finaliza con la intervención. En SedNa, nos gusta acompañar al paciente todo lo que requiera el caso para garantizar su recuperación y su bienestar.
Porque sabemos que la odontofobia no se soluciona sólo durante la intervención y el uso de la sedación consciente. El miedo al dolor se combate desde la empatía y la cercanía, escuchando al paciente, entendiendo su historia y acompañándole antes, durante y después del procedimiento.
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